lunes, 8 de febrero de 2010

valltorta


Hace miles de años sus habitantes, los creadores del Arte Rupestre Levantino, pintaron en sus cuevas y abrigos escenas de la vida cotidiana y de sus mitologías. Contemplándolas podemos componer aspectos de la vida de unas sociedades que vivieron en un paisaje apenas degradado.
La visita al Barranco de la Valltorta posee un doble interés. En primer lugar la contemplación de las pinturas es un reflejo de las preocupaciones religiosas y de los modos de vida de unos hombres que empezaron a pintar en las paredes de sus abrigos hace unos siete mil años. Por otra parte al acercarnos a un paisaje humanizado, modelado por los sistemas tradicionales de explotación agrícola y ganadera de los que se conservan interesantes vestigios arquitectónicos, como barracas, cenias y azagadores.

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